Las enfermedades renales pueden cursar con síntomas poco claros, por lo que es fundamental tenerlos en cuenta para poder identificarlos a tiempo y recibir un diagnóstico oportuno.
Los riñones son los órganos responsables de depurar el organismo además de regular la cantidad de líquidos de este. Entre sus funciones también se destaca su capacidad para equilibrar muchos componentes presentes en la sangre como es el caso del sodio, el potasio, el calcio y otros encargados de conservar la salud. No obstante, como ocurre con las demás partes del cuerpo, estos tienen probabilidades de desarrollar diversas alteraciones que disminuyen su función y causan graves enfermedades.
Datos de la National Kidney Foundation estiman que alrededor de 26 millones de personas en Estados Unidos tienen algún tipo de daño renal. Lo que más preocupa es que muchas de estos tienen algún tipo de relación con el sedentarismo y otros hábitos poco saludables. El gran problema es que no suelen pronunciarse mediante síntomas contundentes, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento oportuno.
Sin embargo, gracias a varios análisis en pacientes enfermos se han podido determinar algunas señales que podrían resultar claves en la detección temprana de este tipo de patologías. ¡Tenlas en cuenta!
1. Cambios en la orina
Los riñones son los encargados de producir la orina y, por tal razón, uno de los primeros síntomas de enfermedad se manifiesta mediante alteraciones en esta. La necesidad de ir a orinar con más frecuencia o menos que lo habitual puede ser el indicio de que algo va mal.
También puede ser que presente un color más amarillo, acompañado de un olor fuerte que dista mucho del normal.
2. Retención de líquidos
Aunque la retención de líquidos puede originarse por varios factores, las enfermedades renales son una de sus causas principales. Como los riñones presentan dificultades para regular los líquidos con normalidad, estos se acumulan y conducen a una inflamación en las piernas, los tobillos, el rostro y otras partes del cuerpo.
3. Sensación de cansancio
Si los riñones están teniendo dificultades para llevar a cabo sus funciones hay una alta probabilidad de sufrir trastornos como la anemia y la fatiga. Esto ocurre porque son los encargados de producir una hormona llamada eritropoyetina que desempeña un papel primordial en la producción de glóbulos rojos, portadores del oxígeno para la sangre. Si hay algún tipo de daño renal, disminuye la cantidad de esta hormona y, por ende, repercute en el oxígeno que se transporta mediante el flujo sanguíneo. Como consecuencia, el cerebro se empieza a sentir más agotado y desmejora el rendimiento físico.
4. Comezón
Como los desechos no se eliminan de forma adecuada ante una insuficiencia renal, es muy probable que se produzcan síntomas recurrentes como la sensación de comezón o irritación. En particular se da una fuerte incomodidad que no se calma a nivel superficial porque es como si algo picara desde adentro.
5. Aliento de amoníaco
Algunas personas suelen experimentar un sabor metálico a amoníaco cuando tienen problemas en sus riñones. Esto se produce porque incrementan los niveles de urea en la sangre debido a la disminución en la función renal. La urea se descompone en amoníaco al tener contacto con la saliva y por esto genera ese mal aliento.
6. Náuseas y vómitos
El exceso de sustancias tóxicas en la sangre aumenta los niveles de nitrógeno ureico en el torrente, lo que causa un estímulo de la mucosa gastrointestinal y síntomas como las náuseas y vómitos.
7. Falta de aliento
Sentir dificultades para respirar con normalidad también puede ser una señal de alerta de un problema renal. Esto ocurre al acumularse líquido en los pulmones o al disminuir los glóbulos rojos que transportan el oxígeno.
8. Mareos
Si a causa del problema renal se produce anemia, es común sufrir constantes mareos o sensación de inestabilidad. Esto se produce porque el cerebro no recibe las cantidades suficientes de oxígeno debido a la disminución de glóbulos rojos.
9. Dolor de espalda inexplicable
Experimentar dolores o sensación de tensión en la espalda sin razón aparente es el indicio de una infección o enfermedades renales no diagnosticadas. Si estos órganos tienen problemas en su funcionamiento es usual experimentar dolor, rigidez o inflamación en las articulaciones. Si el cólico es fuerte y se extiende hacia los lados del abdomen es mejor consultar al médico.
10. Hipo y disminución del apetito
Los pacientes con insuficiencia renal suelen experimentar varios episodios de hipo, incluso varias veces al día. Estos suelen durar más que un hipo normal y casi siempre hace sentir sensación de llenura.
Para terminar, tenemos una pregunta… ¿Tienes antecedentes familiares de enfermedades renales? Si es así, lo mejor es hacerse constantes chequeos médicos para verificar qué tanto riesgo genético existe y cómo reducirlo.