Un tumor cerebral es una masa formada por células que han perdido el control sobre su reproducción y crecimiento. Es decir que crecen y se multiplican descontroladamente de forma diferente al resto de las células normales del organismo.
Esto ocurre porque una célula sufre mutaciones que hacen que se reproduzca mucho más de lo normal y que no muera cuando debería, acumulando aún más mutaciones que la convierten en una célula maligna. Así, acaban formando una masa de células mutadas.
Podemos diferenciar dos clases de tumores. Están los tumores benignos y los tumores malignos. La diferencia entre unos y otros radica en la capacidad de producir metástasis, es decir, la posibilidad de propagarse por todo el organismo. En los tumores benignos el crecimiento será local, mientras que los malignos habrá diseminación.
Además, también vamos a diferenciar entre tumores primarios, que son los que se originan directamente en el tejido del que hablamos, que en este caso será cerebral. Y tumores secundarios, que son los que se han originado en otra zona del organismo y por metástasis han llegado hasta el cerebro.
Tipos de tumores cerebrales
Dentro de las clasificaciones entre malignos y benignos, y primarios y secundarios, son muchos los tipos de tumores diferentes que podemos encontrar en el cerebro. Los distintos tipos van a predominar en unas u otras personas dependiendo de su edad o su sexo. Así, hay tumores que aparecen sobre todo en niños, mientras que otros lo hacen en adultos o ancianos.
De entre todos los tipos de tumores cerebrales, los más comunes son los secundarios. Entre ellos, destacan las metástasis de cáncer de pulmón, mama y piel.
Entre los primarios hay diversos tipos, dependiendo de la célula desde la que se originan. El más común en los adultos es el meningioma, seguido del glioblastoma. Otros tipos de tumor cerebral primario son, por ejemplo, el neurinoma del acústico, el adenoma hipofisario, el meduloblastoma y el craneofaringioma.
Síntomas del tumor cerebral
Los síntomas que un tumor cerebral produzca van a depender de su tamaño, su localización y su velocidad de crecimiento, entre otros factores. Ya que el cerebro es una zona tan crucial para el control de múltiples funciones, los síntomas pueden ser muy diversos. Algunos de ellos serán:
- Dolores de cabeza frecuentes de nueva aparición.
- Náuseas o vómitos.
- Pérdida de la sensibilidad o del movimiento de alguna parte del cuerpo.
- Problemas al andar o al mantener el equilibrio.
- Pérdida parcial o total de la visión de uno o ambos ojos.
- Dificultad para hablar o comprender a otros.
- Ataques de epilepsia de nueva aparición.
- Cambios en la personalidad o el comportamiento.
- Normalmente, estos síntomas suelen aparecer de forma gradual a lo largo de semanas o meses, ya que van a depender de la afectación de cierta zona cerebral por el crecimiento del tumor.
Causas y diagnóstico del tumor cerebral
En la actualidad, no se conocen las causas exactas del cáncer, si bien podemos relacionarlos con algunos factores de riesgos. Conocemos algunos tipos de cáncer que pueden ser hereditarios, es decir, que se encuentran codificados en los genes.
Sin embargo, otros ocurren de manera espontánea. Algunos factores que pueden predisponer al desarrollo de cáncer son, por ejemplo, la exposición a radiación o el tabaco.
Para su diagnóstico, será necesaria la evaluación clínica por parte de un experto. También serán necesarias diferentes pruebas, tanto de imagen -como por ejemplo el TAC- como analíticas de sangre, o biopsias de la masa. Así, se establecerá exactamente de qué tipo de tumor se trata antes de comenzar el tratamiento.
Tratamiento de los tumores cerebrales
Será el especialista encargado del caso el que decida cuál es el tratamiento más adecuado para cada uno. Este puede ir desde quimioterapia o radioterapia hasta cirugía para extirpar el tumor. El tratamiento dependerá del tipo de tumor, de su localización, de las características del paciente y de otros muchos factores que tendrán que estudiarse en conjunto.
Como todos los tipos de cáncer, es un asunto en el que actualmente se está trabajando mucho en el campo de la investigación para mejorar el tratamiento y la supervivencia de quien lo padezca. Aún así, cuanto más rápido se detecte y se comience a actuar sobre un tumor, mejores serán las expectativas para el paciente.
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