Las ortigas son conocidas desde la antigüedad por sus dotes medicinales. Puede que te sorprenda, ya que habitualmente cuando tocamos esta planta de inmediato sentimos un agudo escozor.
Sin embargo, son precisamente estas propiedades astringentes, expectorantes, antiinflamatorias y diuréticas, lo que las hace idóneas para aliviar nuestro dolor articular.
Propiedades medicinales de las ortigas
Las ortigas son conocidas en todo el mundo. Se trata de una planta que podemos encontrar en Europa, América del Norte, África del Norte y Asia.
Dispone de esos clásicos pelos que nos inyectan sustancias químicas muy dolorosas en la piel y que, a la vez, se han incluido en la medicina tradicional para tratar muchas enfermedades y dolencias, entre ellas, la artritis.
Y es que las ortigas disponen de una gran cantidad de aminoácidos, esteroles, cetonas, ácido fórmico, ácido fólico y clorofila, elementos todos ellos que nos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, aliviar el estrés, el cansancio y el dolor articular.
Por si esto fuera poco, las ortigas disponen de un gran aporte de minerales como el hierro, el fosfato, los betacarotenos, el calcio, las vitaminas A, C, y E.
El hecho de que las ortigas sean buenas para paliar el dolor articular, se basa en su facultad para desinflamar las articulaciones. Son además excelentes diuréticas, lo cual nos va a permitir a eliminar líquidos.
Remedio con ortigas para aliviar el dolor articular
Las propiedades antiinflamatorias de las ortigas residen precisamente en sus hojas. No te preocupes por esos molestos pelillos que nos causan escozor cuando las tocamos, desaparecen por completo cuando las hervimos.
En primer lugar, te preguntarás cómo conseguir esta planta medicinal. Bien, es habitual encontrarla de modo natural en muchos terrenos, e incluso es posible que las tengas en tu propio jardín.
Las podremos coger siempre que estemos seguros de que no han recibido ningún tratamiento con pesticidas. También puedes encontrarlas en herboristerías, listas para tomar en infusión o en comprimidos.
Ortiga en comprimidos
Si prefieres los comprimidos de ortiga para paliar tu dolor articular, debes saber que puedes tomar hasta 1200 mg al día. Así pues, puedes tomarte un comprimido de 600 en el desayuno y otro de 600 durante la cena. Puedes tomarlo hasta 15 días seguidos en esas épocas en que sufres de mayor dolor articular.
Infusión de ortigas para tratar el dolor
La forma más común para beneficiarnos de las propiedades de las ortigas es mediante una infusión. Necesitas entre unas cinco o seis hojas. Ponlas en una taza de agua hirviendo en la tetera y, después, permite que repose unos cinco minutos.
Puedes añadir una cucharada de miel como endulzante (ya sabes que la miel, por su parte, es muy apropiada por ejemplo para tratar la artritis reumatoide).
Esta infusión a base de ortigas es perfecta para tomarla después de tu comida principal. Lo importante es que seas constante y que la incluyas diariamente en tu dieta. Poco a poco, el efecto será acumulativo y verás como el dolor articular se va reduciendo. No dejes de probarla.
Eso sí, consulta con tu médico antes de tomarlas o interrumpir cualquier otro tratamiento. Este remedio es un complemento al tratamiento médico.
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